jueves, 25 de diciembre de 2025

Cómo hacer jabón en casa y los antiguos lavaderos

El lunes día 3 de noviembre tuvimos en Zubillaga (Centro social) una charla que versó sobre cómo hacer jabón en casa, y sobre los lavaderos de antaño. La clase estuvo muy concurrida asistieron mujeres y hombres y la ponente fue Oihana nombre que en euskera significa bosque o selva, Oihana tiene un pequeño laboratorio y tienda en el casco viejo de Vitoria.  Nos contó que desde pequeña vio hacer en su pueblo jabón a las mujeres sobre todo a su madre y que ella le ayudaba a cortarlo en trozos cuando todavía era una niña, también nos explicó todos los relativo a los lavaderos que existían en los pueblos y que nacieron entre los años 1820 y 1830 y aliviaron un poco el trabajo de las mujeres que lavaban la ropa de rodillas al lado de los ríos o manantiales, ya que en los lavaderos estaban más protegidas y en mejor postura que en los ríos, hoy en día los lavaderos se conservan como vestigios que no pueden desaparecer. 
Homenaje a las lavanderas en el lavadero de Alcedo

Nos explicó muy bien la desigualdad que existía entre hombres y mujeres hace años, a través de dos verbos: el verbo labrar y el verbo lavar. El hombre se dedicaba a labrar las tierras pero con su labor sacaba un beneficio económico, en cambio las mujeres lavaban cantidades de ropa en los ríos y lavaderos pasando muchísimo frío, sin reconocimiento económico ni social "era su deber".

Casi todas tenían sabañones en las manos porque tenían que golpear la ropa sobre piedras planas y además el agua siempre era muy fría. El jabón lo hacían ellas mismas con aceites usados y grasas de animales que se obtenían de la matanza del cerdo y de otros animales. También usaban cenizas para blanquear la ropa. A parte llevaban la ropa limpia y mojada en cubos a cuestas o en la cabeza y las más afortunadas se ayudaban de animales, para transportarlas, ya que al estar la ropa mojada pesaba muchísimo. 
Lavadero de arriba de Puentelarrá

Lo mejor de estos lavaderos era que las mujeres podían socializar y contarse sus problemas unas a otras, a parte que se llevaban a sus niñas y niños y allí jugaban y les podían controlar muy bien. El tiempo fue pasando y llegó un momento en que las mujeres trabajaban para gente adinerada, les lavaban la ropa y así podían sacar un beneficio. 

Oihana también nos hizo una demostración de cómo hacer jabón en casa, ella empleó aceite usado de girasol y completamente colado, más agua, más sosa cáustica y nos advirtió que cuando hagamos jabón, mejor mezclar los ingredientes al aire libre, y con medidas de seguridad: gafas, guantes, mascarilla, recipientes adecuados,etc, Porque al manejar la sosa (que es muy corrosiva), podemos sufrir accidentes, por quemaduras o vapores. 

Al final se nos agotó el tiempo y Oihana se llevó el jabón todavía semilíquido para que se solidificase y cuando lo tenga hecho ha prometido mandarnos un trocito para cada una y también todas las fórmulas que ella tiene para hacer jabón. Fue una charla muy agradable pero lo que me quedó muy claro, es que las mujeres siempre hemos sido unas perdedoras en el mundo laboral y en otros mundos también. Hoy en día tenemos casi, casi, la igualdad pero no la tenemos plena todavía, no hay igualdad de sueldos entre hombres y mujeres, no hay puestos de dirección para las mujeres, la conciliación es muy deficiente, el edadismo se da más en mujeres que en hombres, y cómo no la violencia de género etc,etc. 

Así que tenemos que seguir luchando para que las mujeres de generaciones venideras, tengan una igualdad plena. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario