martes, 25 de junio de 2024

Echamos de menos...

Fuente: Zarateman CC-BY-SA

Ir al teatro y también hacer teatro.
 Hemos hecho teatro en Lantarón. Teatro de improvisación. Íbamos actuando por distintos pueblos y residencias. El teatro nos aporta: relajarnos, risas, aprender a desinhibirse... También echamos de menos sesiones de charlas, ver películas y comentarlas.

Capacidad de autosuficiencia que teníamos antes en el medio rural… Ahora, la mayoría de las personas dependen totalmente de los mercados/multinacionales. Los requisitos y la burocracia para tener animales cada vez son mayores y más complejos. Con la excusa de la "seguridad alimentaria" nos limitan nuestra capacidad de autoabastecimiento. Antiguamente no tendríamos mucho dinero, pero comida no nos faltaba con algún animal y alimentos de la huerta que teníamos.

Relaciones de vecindad más estrechas. Tenemos mayor relación con vecinas de toda la vida que con la gente joven que ha ido llegando a vivir recientemente. Hace 50 años, si la gente necesitaba algo, pedía y se relacionaba. Iban las vecinas a las casas, a coser, a charlar, a tomar café. Ahora, los chalets con verjas hace que a la gente le cueste más conocerse y parece que esas personas no tienen interés en ser conocidas… Hay más individualismo. La gente no se relaciona ni pide nada. Trabajan ambas personas, sin apenas tiempo de estar…

Criaturas. Hace 30 años, había más de 30 criaturas en Zubillaga. Ahora son 4.

Hacer conservas en la plaza (Zubillaga): nos juntábamos en la plaza y entre las vecinas y vecinos hacíamos tomate, espárragos, bonito, pimientos… Hace 25 años que no se hace. Cuando construyeron el centro social, dejó de hacerse.

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